Una de las mejores formas de disfrutar del litoral catalán es recorriendo los caminos de Ronda de la Costa Brava. Son senderos que se extienden por más de 130 kilómetros a lo largo de la zona costera, por lo que siempre tienen a la vista el intenso azul del Mediterráneo.
En el pasado, conectaban las torres de vigilancia usadas por la Guardia Civil para evitar la llegada de barcos de contrabando, además de servir para comunicar los distintos pueblos de pescadores. Hoy en día, se han convertido en rutas de referencia para quienes desean disfrutar de las preciosas vistas de la zona.
Desde Mas Salagros te traemos cinco propuestas de Caminos de Ronda en la Costa Brava que puedes completar en una jornada para asombrarte con sus increíbles paisajes y sumergirte en su historia.
Si estás en Girona y te apetece hacer un recorrido en el que no solo veas el mar, sino que también te rodee una espesa vegetación, no puedes dejar de seguir este Camino de Ronda. Consta de cerca de tres horas de marcha por un sendero bien señalizado que comienza en el Paseo Marítimo de Tossa de Mar y termina en Cala Pola, una pequeña playa de finas arenas doradas, perfecta para relajarte.
Este precioso Camino de Ronda de la Costa Brava se caracteriza por las calas, los acantilados y los cientos de escalones que discurren en sus 2,5 km de extensión, casi siempre por encima del nivel del mar. Los extremos del recorrido son la playa de San Pol, en S’Agaró, y el Mirador de las Triadores, en Sant Feliu de Guíxols, desde donde se aprecian vistas impresionantes del puerto y la playa. Se recorre en unas dos horas y, aunque es bastante inclinado, resulta apto para hacer con niños.
Un trayecto para recorrer en cualquier estación. Durante el verano tendrás la posibilidad de refrescarte en sus playas, de las que nunca se aleja demasiado, y el resto del año harás una caminata más tranquila y en conexión con la naturaleza. Puedes empezar desde el Ayuntamiento de Lloret o el Museo del Mar y terminar en el Paseo de Blanes, o viceversa. Tiene una dificultad media con 2 km de desnivel y se termina en poco más de dos horas.
Aunque el inicio del sendero está en Portlligat, es común empezarlo desde la Playa Poal de Cadaqués. Su punto final, en el Faro de Cap de Creus, es además el lugar más al este de toda la Península Ibérica, y en el camino encontrarás calas de aguas cristalinas que merece la pena fotografiar. Hay un plus: si quieres observar un poco de arte, coge un desvío antes de la subida al faro y sigue hasta el Paraje de Tudela, donde están las rocas erosionadas que inspiraron El Gran Masturbador, la obra de Salvador Dalí.
Por último, proponemos este camino de ronda un poco más corto, rápido y accesible que el resto. Se trata de un sendero urbanita que discurre por edificios y casas de veraneo a orilla de las playas. En él también encontrarás varias esculturas como los monumentos a la gente del mar, la mujer del pescador o la cobla sardanista. Es lineal y consta de tan solo 4 km que se completan en menos de una hora, por lo que no hace falta tener demasiada condición física.
Los Caminos de Ronda de la Costa Brava no solo son una forma estupenda de disfrutar del paisaje del litoral catalán, sino que también guardan siglos de historia entre sus rocas. Pero si tu ruta la terminas en Mas Salagros, te aseguramos que la experiencia será aún más completa.
¿Cómo? Dejando que tu cuerpo y mente se evadan en un circuito de aguas termales, degustando una deliciosa comida saludable en nuestro restaurante Cibus para después descansar en una habitación con jardín privado.
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