El yoga es intención, calma y bienestar. No hay duda de que se trata de una actividad que nos hace olvidar por un momento el estrés de la rutina y nos lleva a un estado de plenitud, tanto para el cuerpo como para la mente. Sin embargo, hacerlo en compañía es una forma de darle un plus, ya que las posturas de yoga en pareja sirven para aumentar la confianza y la conexión entre quienes las practican.
En Mas Salagros nos hemos propuesto hacer de este un lugar para la relajación, y el yoga es parte fundamental de esa apuesta. Es por ello que hemos recogido algunas posturas para realizar con tu pareja, sin importar vuestro nivel. Desde casa o paseando por los jardines o rutas de senderismo de nuestro EcoResort, podréis practicarlas y renovar energías.
Es la versión para dos de la posición básica de yoga, el Padmasana, y perfecta para comenzar la rutina. Solo tenéis que sentaros espalda con espalda sobre la esterilla, de modo que os apoyéis el uno sobre el otro. Los pies de cada uno van cruzados de forma que uno quede sobre el suelo y el otro sobre el muslo de la pierna contraria. Las manos juntas al pecho o descansando en las rodillas.
A partir de la posición anterior deberás mover el torso hacia el lado izquierdo y sostener, con tu mano izquierda la rodilla de tu compañero, y con tu mano derecha tu rodilla contraria. Por supuesto, tu pareja hará lo mismo, pero en sentido inverso, de forma que quedaréis como una especie de resorte. Cuando hayan pasado al menos treinta segundos, girad hacia el otro lado para completar el asana.
Esta postura os ayudará con la flexibilidad del torso y toda la espalda. Debéis poneros de pie frente a frente, cogeros de ambas manos e inclinaros hacia atrás poco a poco hasta que mantengáis el equilibrio gracias a los brazos del otro y nada más. Una vez hayáis alcanzado la máxima elongación posible, arquead un poco la espalda y dirigid la vista hacia arriba.
También se le conoce como Bhujangasana y es de las mejores posturas de yoga para fortalecer las vértebras lumbares. Solo necesitáis acostaros boca abajo frente a frente, dejando unos 45 cm de distancia entre vuestras cabezas. Después levantad los brazos y el tronco tanto como os sea posible y juntad las manos de ambos para que sirvan de soporte el uno al otro y mantenerse elevados.
Cuando se hace en solitario es una de las posturas de pie más representativas. Para lograrla junto a tu pareja debéis estar de pie uno junto al otro a unos 30 cm de distancia. Cada uno de vosotros tiene que flexionar la pierna que queda del lado opuesto a la otra persona hasta que la planta del pie toque la cara interna de la rodilla contraria. Después estira hacia arriba el brazo que está junto a tu pareja. Ella hará lo mismo y os tocaréis palma con palma. Los brazos sueltos pueden estar elevados o en posición de meditación.
Es un clásico isométrico para trabajar las piernas. Estando de pie frente a frente, tomaos de las manos y bajad los cuerpos poco a poco flexionando las rodillas, siempre con los brazos completamente estirados y los muslos y pantorrillas formando un ángulo de 90o, como si estuvieseis sentados.
Para esta postura de yoga en pareja uno de los dos debe acostarse boca arriba y llevar sus rodillas al torso con las plantas de los pies mirando al techo, pues con ellas sostendrá al otro por la cadera. Estando ya posicionados, quien está debajo estira las rodillas hasta que las piernas queden completamente rectas mientras que sujeta a su pareja con las manos para mantener el equilibrio. Una vez arriba hay que intentar soltarse y extender las extremidades.
Es similar al avión, pero la persona que está sostenida en el aire debe ir boca arriba, y en lugar de tener el cuerpo extendido, las piernas estarán con una ligera flexión y la espalda arqueada. Mientras tanto, el otro conservará la misma postura que en el caso anterior, pero sostendrá al primero por las rodillas y también utilizará las manos para sujetar su espalda.
Aunque a simple vista parezca sencillo, requiere de mucha coordinación y flexibilidad. Para lograrlo tenéis que sentaros de frente y a una distancia que os permita abrir las piernas y juntar las plantas de los pies. Vuestras manos deben cogerse en el centro y lentamente levantar las piernas hasta estar en medio de ambos. Podéis dejar los brazos dentro o llevarlos hacia fuera, soltando un lado a la vez.
El yoga es una actividad relajante en sí misma, pero siempre hay maneras de elevarla y una de ellas es practicar rodeados de naturaleza. Desde Mas Salagros conocemos muy bien sus bondades y también los beneficios que tiene estar en contacto con un entorno natural. Por eso hemos decidido combinar ambas cosas para proporcionarte lo mejor de los dos mundos.
Con nuestras clases de yoga no solo podrás practicar decenas de posturas con tu pareja, sino que además disfrutaréis durante una hora de la misma filosofía slow que envuelve todo el resort. Pero la magia no acaba ahí, sino que al terminar podréis volver a vuestra habitación y disfrutar de un baño de la mano de AIRE Ancient Baths, lo que complementará el momento y os recargará las pilas.
La práctica de yoga tiene cientos de beneficios, tanto físicos como mentales, pero al probar distintas posturas de yoga con tu pareja añades uno extra: la complicidad y conexión que se fortalece entre ambos. Inténtalo y cuéntanos cómo ha resultado, que os estaremos esperando para continuar vuestra experiencia en nuestro santuario ecológico.